“El sentirse devaluado o indeseable es, en la mayoría de los casos, la base de los problemas humanos” ( Carl Rogers)
El articulo del día de hoy nos habla de uno de los escalones más complejos que probablemente me ha tocado experimentar.
Habiendo pasado por el auto-conocimiento, el auto-concepto y definido una lista de atributos y defectos que nos caracterizan ha llegado el momento de la auto-aceptación.
¿Puede ser la auto-aceptación un escalón en el que muchos se quedan y no logran pasar?
La respuesta es un sí, y es por que en este paso nos enfrentaremos no solo a conceptos propios o de otros para definirnos, sino a una imagen idealizada que hemos construido de nosotros mismos durante toda nuestra vida.
Una imagen producto de nuestra infancia, adolescencia, adultez, necesidades, aspiraciones, sueños , fracasos, miedos, amores, expectativas , propias y de otros hacia nosotros.
Imaginemos que este yo idealizado es un personaje que hemos venido construyendo durante toda nuestra vida y nos acompaña todo el tiempo, de día y de noche, incluso se filtra en nuestros sueños o en nuestras peores pesadillas.
Es como una entidad que funge como tirano para advertirnos cuando estamos fracasando o nos hemos equivocado en algunas ocasiones.
Es esa voz interna que nos regaña y nos dice cuando las cosas pudimos haberlas hecho mejor, cuando lo que hemos hecho aún no es suficiente, cuando no hemos obtenido lo que queremos o cuando nos sentimos insatisfechos e infelices.
Esta entidad reclama sin cesar su bienestar y completa satisfacción. Ejemplos:
Si este yo ideal ha fantaseado con tener el auto del año, no va a parar con esos pensamientos insistentes recurrentes preguntando;
¿Por qué no los has comprado? otras personas con menos sueldo ya lo hicieron, todos van a pensar que no te va bien como dices.
¿Por qué no tienes pareja ? a tu edad van a pensar que estas loc@ o hay algo raro en tí
Para la edad que tienes ya habrías de haber conseguido ……………………….
Y podríamos llenar un libro con ejemplos de cuestionamiento de este yo idealizado dependiendo cuales sean nuestros intereses. Esta entidad se enfocara en recriminar sobre todas las faltas y carencias que aún hay pendientes..
Esta entidad idealizada no nos permite ver al yo real , un yo con deseos de ser feliz y evitar el sufrimiento. Sufrimiento en gran medida causado por la falta de auto aceptación.
Este rasgo del yo ideal no son palabras nuevas, lo hemos escuchado en múltiples ocasiones sin embargo bajo otro con concepto: la tan conocida palabra neurótico.
Un neurótico es una persona que crea una imagen irreal de si mismo, de acuerdo a lo que quiere, debe o puede ser. Esta imagen o entidad siempre está fuera de la realidad. Esta imagen idealizada es inconsciente, el neurótico no se da cuenta de que está idealizando sin embargo si sufre las consecuencias del yo ideal cuando el yo real no cumple con sus propias expectativas construidas para si mismo.
Ahora me entienden cuando les digo que en este escalón se quedan muchas personas.
Romper con esta imagen, entidad u yo idealizado es un proceso que requiere de constancia y tiempo. De un reforzamiento continuo a nosotros mismos cada vez que surgen estos cuestionamientos y somos conscientes de que son los caprichos del yo ideal y no del yo real. Y entonces logramos la separación.
Definitivamente es un proceso que si bien es llevado de manera individual en su tratamiento, tal vez para el inicio se recomienda de un acompañamiento profesional.
En Moldeamiento Organizacional AMC estamos contigo en este escalón y todos para ayudarte a superarlos y puedas seguir creciendo para tu ámbito personal y laboral.
Recuerda que nuestros servicios están dirigidos a empresas e individuos para moldear la conducta individual o colectiva.